Por Juan TomƔs Olivero
Hillary Clinton
Bien apreciada, Campeona de la Ternura y la Tenacidad
Hermosa, inteligente, tenaz y mÔs que nada, mujer que sabe quién eres y hacia dónde vas. En el camino de libertad y amor, te encontraste con otro ser que cambió la visión igual que tú de la sociedad estadounidense, Obama. Quisieron, ambos, hacer volar el pueblo estadounidenses hacia lo imposible, romper los mitos-tabúes raciales y machistas en los que ha estado atrapado por mÔs de dos siglos: ser gobernado por la primera mujer y el primer negro que llega a la Casa Blanca.
Estos dos hechos históricos de forma continua, no sólo para Estados Unidos, sino, para la humanidad, hubiese representado un acontecimiento sin precedente, tan trascedente como la Reforma iniciada por MartĆn Lutero en el Siglo XVI de la que estamos celebrando sus 500 aƱos. Robert Fisher, autor del Caballero de la Armadura Oxidada, tambiĆ©n regaló a la humanidad otra joya de reflexión en formato de libro: El BĆŗho Que No PodĆa Ulular, una colección de cinco cuentos entre los que figura un relato con el mismo tĆtulo, que cuenta la vida de un BĆŗho y un Pato.
A pesar de ser, Ć©sta, una historia de ficción parece describirte a ti, Hillary, y a Barack Obama; en la que despuĆ©s de esta campaƱa electoral y sus peripecias puedes ser tĆŗ, grande Mujer, el BĆŗho y Barack el otro personaje. Hillary, para no hacerte larga la historia, y no castigar mĆ”s el afĆ”n y espĆritu tuyo por un mundo mejor y diferente, te recuerdo un trozo de esta bella historia de Fisher, tal vez la leĆste, vuelve a releerla, vale la pena, nos relata:
«Es cierto», dijo Jackson. «Cuando perdieron el sentido de cómo realizarse, perdieron tambiĆ©n el sentido del humor con el cual nacieron».
« ¿Cómo puedo realizarme?», preguntó BebĆ© BĆŗho.
«Aprendiendo a amarte a ti mismo», sonrió Franklin. «Y en la medida en que te ames a ti mismo, podrĆ”s amar a tus vecinos, a tus amigos y a todas las demĆ”s personas que hay en esta gran nación».
BebĆ© BĆŗho se volvió hacia el pato: «QuizĆ” sea Ć©sta la carrera que tantas ganas tenemos de hacer».
«El amor es una carrera muy buena», dijo Paine. «Cuando una persona estĆ” llena de amor, no hay lugar para el miedo».
«No lo comprendo», dijo el pato. Jefferson sonrió. «Imagina que eres una botella de leche. Cuando has llenado tu botella con amor, no hay lugar para nada mĆ”s. Pero si esta botella no estĆ” llena de amor, empieza a llenarse de odio y de miedo».
«Y actualmente hay mĆ”s temor que diversión en el modo de vida de la gente», dijo Paine.
Jefferson, que habĆa permanecido un rato en silencio, habló. «No hay suficientes personas cambiando y creciendo. EstĆ”n atascados en sus moldes y sólo unas pocas, como tĆŗ, BebĆ© BĆŗho, y tĆŗ, patito, os habĆ©is atrevido a romper el molde y ser diferentes».
Franklin les sonrió alegremente. Al bĆŗho, le dijo: «Te arriesgaste a no ser un bĆŗho». Se volvió hacia el pato: «Y tĆŗ te arriesgaste a no ser un pato».
«Ćsa es la libertad que deseĆ”bamos que el hombre encontrase», sentenció Jackson.
«QuizĆ” sĆ hicimos algo especial», le dijo BebĆ© BĆŗho al pato.
BenjamĆn Franklin los abrazó: «Puedes estar seguro de eso, BebĆ© BĆŗho. Os habĆ©is arriesgado a ser quienes no sois, de manera que ahora podĆ©is ser tambiĆ©n quienes en realidad sois... un bĆŗho y un pato. Eso os hace completamente libres». (Fragmento)
Hillary, se atrevieron tĆŗ, Obama y el Partido Demócrata a desafiar la historia, a desafiar las ataduras de una cultura que parece no cambiar, quisieron rasgar el firmamento con un compromiso de esperanza, intentaron romper los moldes y sacar una sociedad atascada en una cultura de lĆderes del odio.
Los que hemos visto en ti un ser y una mujer CTT, es decir, Campeona, Tierna y Tenaz, agradecemos el remeneón de tu campaña, que nos ha recordado trabajar por el amor, la Paz y la libertad, expresado en el Sueño Americano.
Dios te siga bendiciendo
Juan TomƔs Olivero, con cariƱo, un amigo
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